
Uno de los profetas que se atrevió a interpelar a Dios en un momento determinado de su angustia, es Habacuc. El libro que lleva su nombre lo muestra interrogando a Dios por los violentos sucesos que su pueblo vive. Su preocupación se engrandece al ver la corrupción moral, la injusticia social, la invasión militar a manos de los caldeos, y más aún cuando Dios calla en medio de los dolores de su pueblo.
El profeta Habacuc nos anima, desde su experiencia, a no caer en la desesperanza, a confiar en el Dios que hace maravillas en medio de las dificultades de la vida. De hecho, el profeta experimentó la más profunda desesperación viendo los problemas que azotaban a su nación.
El autor de este volumen analiza el mensaje del profeta Habacuc, nos invita a intentar comprender bíblicamente a Dios, en sus silencios; en sus advertencias sobre la injusticia, la violencia, la degradación moral y la idolatría; y en las experiencias de avivamiento. En suma, se trata de un acercamiento pastoral al texto, que nos invita a valorar nuestras interpelaciones a Dios desde la fe vivida en las circunstancias más críticas. El libro es, pues, lo que algunos llamarían un "comentario homilético" de un texto profético de las Sagradas Escrituras.