
Cuarenta y uno fue al año del pasado siglo veinte, cuando Betty al fin logró lo que había querido siempre. Había intentado otras cosas y enfermera quiso ser, per miraba a las nubes y se decía: "Qué placer!" . Dios le dio a Betty el talento de volar aviones y ella deseaba, más que cualquier otra cosa, volar para su gloria. Tras su valiente y heroico servicio durante la Segunda Guerra Mundial, Betty se unió a otros pilotos para formar la Hermandad Misionera de Aviación (MAF, por sus siglas en inglés). Cuando misioneros necesitaban provisiones, el avión de Betty les traía el muy necesitado alivio. Cuando necesitaban transportarse cruzando desiertos y selvas, el magistral vuelo y la gran fe de Betty los ayudaban a servir a Dios alrededor de todo el mundo. Conoce la impactante historia de Betty Greene en este hermoso libro que todos querrán atesorar (1920-1997).