La libertad y el poder del perdón
La libertad y el poder del perdón
Setenta veces siete...Perdónense los unos a los otros..Vuelva la otra mejilla... Perdone como el Señor lo perdonó. Podemos echar fuera estas frases de nuestra mente como si fueran viejos clichés, o darlos como aspirina a otros que están luchando con agravios legítimos de otra persona. Pero el perdón no es un concepto superficial. Dios lo toma en serio. Tan en serio que Él no nos ha dado una opción en cuanto al perdón. La obediencia a su Palabra es esencial.
¿Por qué? Principalmente para nuestro propio bien. No puede haber intimidad con Dios y amor hacia otros en un corazón donde moran la amargura y la falta de perdón. Pero donde hay perdón, hay libertad, poder espiritual, salud emocional y dulce compañerismo.
Donde hay perdón, hay un corazón que Dios ha tocado y una vida que Él puede bendecir.